Esta hora del día anodina, indefinible
es el secreto del lugar en que sucede
y ya no
podemos retornar a esas declaraciones
diversas,
enfrentadas, que se acumulan, lapsos
de la
memoria en testigos principales. Todo
lo que
sabemos es que hemos llegado un poco pronto,
Nuestro
tiempo queda velado, comprometido
por el deseo
de durar del retrato. insinúa
nuestro deseo, que buscamos mantener oculto.
cuando la
explosión es tan lograda, tan pulcra.
¿tiene algún
sentido admitir la existencia
de todo eso?
El hoy no tiene márgenes , el suceso llega
encajado en sus bordes, comparte la misma
sustancia
que ellos. “Jugar” es otra cosa;
Parece un
universo muy hostil
pero, como
en el principio de cada cosa individual
es también
hostil y existe a expensas del resto,
demasiado
próxima
para
ignorarla, demasiado lejana
para que podamos
intervenir? Esta alteridad, este
“no ser nosotros” es todo lo que podemos
por mucho
que nadie sepa decir como ocurrió.
devueltas a
tu persona porque ya no valen nada.
Pero somos
de tal modo animales de costumbres
que sus
implicaciones nos envuelven aun, en
permanence,
enturbiando
las cosas.
silban mientras avanzan hacia el comienzo de la gran
caída
en lo sucedido. este pasado
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