Una danza
del inconsciente que se cuenta resonando, redundando,
coreografiándose en la fantasmagoría de sus manifestaciones físicas.
«Fantasmas inconscientes traducidos al lenguaje motor, proyectados sobre la motricidad…
coreografiándose en la fantasmagoría de sus manifestaciones físicas.
«Fantasmas inconscientes traducidos al lenguaje motor, proyectados sobre la motricidad…
Se comportan
no como fósiles en el sentido trivial del término, sino como fósiles en
movimiento.
Este movimiento conjuga la energía presente del gesto con la energía antigua de su memoria,
el sobrevenir de una crisis y la supervivencia de un eterno retorno.
Este movimiento conjuga la energía presente del gesto con la energía antigua de su memoria,
el sobrevenir de una crisis y la supervivencia de un eterno retorno.
A este
respecto –paradójico– el gesto, por intenso que sea revela su naturaleza de fantasma:
es un movimiento resucitado que hace danzar al presente,
un movimiento presente modelado en lo inmemorial.
es un movimiento resucitado que hace danzar al presente,
un movimiento presente modelado en lo inmemorial.
Es, en suma,
un fósil fugaz…
¿acaso los más bellos fósiles no son aquellos en los que reconocemos, con millones de años de separación, las formas de vida en lo que ésta tiene de más frágil y pasajero:
el trazo incierto de un ave prehistórica… follajes desconocidos como agitados por el viento y hasta las ‘ondulaciones dejadas por el agua’?»
¿acaso los más bellos fósiles no son aquellos en los que reconocemos, con millones de años de separación, las formas de vida en lo que ésta tiene de más frágil y pasajero:
el trazo incierto de un ave prehistórica… follajes desconocidos como agitados por el viento y hasta las ‘ondulaciones dejadas por el agua’?»
Permite
imaginar la danza como el retorno constante, en la contingencia de los gestos,
de una gestualidad fósil,
cuyo prototipo vital cuyo móvil permanece eclipsado detrás de los motivos que lo desarrollan, revelándolo.
cuyo prototipo vital cuyo móvil permanece eclipsado detrás de los motivos que lo desarrollan, revelándolo.
El paradigma
de la desaparición de un cuerpo que, más que vivir, revive:
adornado de la cabeza a los pies de sus gestos.
adornado de la cabeza a los pies de sus gestos.
La danza
retrasa el referente en la suspensión de sus dilaciones gestuales, reversiones
y variaciones, arborescencias, disipaciones y fluctuaciones:
un fósil vivo es un fósil que no llega a mineralizarse;
vida que no ha acabado nunca de acabar
un fósil vivo es un fósil que no llega a mineralizarse;
vida que no ha acabado nunca de acabar
Roberto Fratini
A contracuento
Y caer
las oscuras
aquellas, las tupidas
como
lágrimas.
Y caer
las
ardientes, aquellas de rodillas.
Sus nidos
como lágrimas del día.
Sus nidos.
Sí, sus nidos.
De tu jardín
absorto y de rodillas,
Pero
aquellas oscuras madreselvas,
pero
aquellas tupidas golondrinas,
pero
aquellas cuajadas de rocío.
Volverán del
amor a tus cristales
aquellas
como lágrimas del día
en tu jardín
ardientes a sonar,
y otra vez a
la tarde las oscuras
sus flores
abrirán.
Pero mudo y
absorto de rocío,
como se
adora el ala al contemplar
y caer.
Llamarán las
oscuras, llamarán.
Y otra vez
con el ala
en tu balcón
los nidos.
De tu jardín
las tapias.
Volverán,
las tupidas, volverán.
Pero
aquellas ardientes, pero aquéllas.
Las lágrimas
ardientes a escalar,
las palabras
cuajadas, las palabras.
Y caer, como
nidos
de tu jardín
absorto ante el altar.
Madreselvas,
ardientes golondrinas,
aquellas
madreselvas.
Tu corazón,
aquellas,
nidos,
balcón, aquellas,
aquellas
golondrinas.
Pero mudo y
absorto,
pero
aquellas rodillas.
Rodillas,
tapias, tapias.
Las oscuras,
oscuras
las tupidas,
tupidas.
Golondrinas,
golondrinas.
De tu jardín
las tapias a sonar.
Y caer, como
lágrimas del día.
Pero
aquellas ardientes de rocío
nidos
balcón,
jardín,
gotas,
tapias,
vuelo,
día.
Ala,
cristales,
corazón,
altar,
nombres,
sueño.
Llamarán,
llamarán, llamarán.
Volverán,
volverán,
¿volverán?
No, no, no,
no, no.
Juan Eduardo Cirlot
Homenaje a Becquer, I
El cine permite así cultivar lo que podríamos llamar
“injertos” de espectralidad,
inscribe rastros de fantasmas sobre una trama general, la película proyectada, que es ella misma un fantasma.
Memoria espectral, el cine es un duelo magnífico, un trabajo del duelo magníficado.
Los cuerpos injertados de estos fantasmas son la materia misma de las intrigas del cine.
inscribe rastros de fantasmas sobre una trama general, la película proyectada, que es ella misma un fantasma.
Memoria espectral, el cine es un duelo magnífico, un trabajo del duelo magníficado.
Los cuerpos injertados de estos fantasmas son la materia misma de las intrigas del cine.
Jaques Derrida
Dziga Vertov |
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